En 1992 Doña Carlota y Don Eusebio inician con su labor de guardianes. Bajando la planta del cerro en su forma silvestre a su parcela con la intención de cultivar, proteger su historia

Más tarde y gracias a la generosidad de Doña Carlota y Don Eusebio quienes donaron toda la semilla. Los Hijos de los primeros Guardianes se dieron a la tarea de informar a los habitantes de la comunidad que la planta era endémica, antibiótica, antiviral y analgésica lo cual motivó a la comunidad a sembrar Chilcuague (Heliopsis Longipes) en sus parcelas.


Llevamos nuestra raíz a los laboratorios donde se estudiaron sus propiedades y beneficios sorprendiendo a quien se encontraba con ellos. Con esto inicia la demanda y popularidad del Chilcuague. Hasta ahora los Guardianes nos habíamos dedicado a proveer de materia prima a las actuales marcas.
Actualmente y con el crecimiento de la familia, los Guardianes hemos decidido aprender a extraer, envasar y comercializar Chilcuague (Heliopsis Longipes) de manera artesanal, desde nuestra montaña para generar los recursos, crecer y continuar nuestra labor de Guardianes.
